En pocas palabras: un anillo de restricción para inmovilizar a su pareja y obligarle a dar su culo
¿Qué hay de más insoportable que una sumisa o un esclavo que se defiende y resiste al asalto de unos buenos pollazos? Le presentamos algo que le calmará bloqueándole con este anillo de restricción que inmoviliza en una posición en la que no les quedará más remedio que poner sus orificios a disposición.
Todos lo sabemos, su única vocación es de ser un simple orificio. ¡Por eso tiene que tomar unas medidas imprescindibles! Doble a su esclavo y pase su culo por dentro del anillo de restricción. Fije la barra contra su barriga y cierre las extremidades con candados. Ahora tiene un ángulo precioso por el que clavarle la punta sin estar interrumpido por tentativas de fuga.
Sumisos o sumisas, se reducen así a objetos sexuales, incapaces de levantarse o escaparse. Porque su única opción con el anillo de restricción que obliga a su pareja a poner a su disposición su culo, es gemir o gritar.
Queda claro que no es necesario librar a su esclavo de esta traba después de haber tocado el fondo de su culo. Déjele apartado en una esquina, en el suelo, en la cama, listo para estar reutilizado en cualquier momento. El anillo de restricción le obliga a esperar, el culo siempre a disposición, como una diana esperando su dardo.
